«My Sweet Lord» es una canción que forma parte del disco triple de George Harrison All Things Must Pass. Fue considerada como el primer himno religioso que no ofende a ninguna religión, ni pregonaba ninguna específica. La canción llegó al puesto número uno tanto en Estados Unidos como en Inglaterra. Todo parecía color de rosas para su autor, pero las cosas se vieron opacadas cuando se enteró que una compañía de Nueva York, Bright Tunes, lo demandaba por plagio musical. Durante el juicio, los expertos musicales intentaron explicar que la melodía de My Sweet Lord era muy similar a la de He's So Fine, compuesta por Ronnie Mack que era interpretada por The Chiffons a principios de los 60.
Finalmente fue multado por plagio inconsciente. Eso no quitó que siguiera vendiendo discos.
Fuente: Wikipedia.
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